Se Buscan Mujeres Llenas Del Espíritu Santo
¡Puedo imaginar el aire que se respiraba en el Aposento Alto! Como el corazón de aquellos que no se habían rendido y seguían ahí, latía fuertemente, y cada día se llenaba de la expectativa de que algo glorioso podría ocurrir. Sin duda, no fue fácil la espera, vieron como muchos desistieron, otros se burlaban, y algunos simplemente los miraban y movían su cabeza. Pero esa promesa era para ellos, necesitaban con desespero ese consolador, ese Poder, que les llenaría de un fuego que nadie podría apagar, ni siquiera la muerte. ¡¡Y ese día llego!! y nunca más, volvieron a ser los mismos! Fueron imparables y apasionados por el Evangelio y su Maestro, nunca volvieron atrás, y muchos aún a segundos de morir, elevaban un canto de victoria que confundía a sus verdugos.
Amadas, hoy cada una de nosotras necesita ese “PODER”, ¡precisamos ser LLENAS DEL ESPÍRITU SANTO y convertirnos en mujeres transformadas y apasionadas por Jesús! Mujeres que lleven su Palabra con fuego de Dios y cuyos frutos prediquen más fuerte que sus palabras. Mujeres que no desistan a pesar del día malo y aún después de secar sus lágrimas, sigan embargando la esperanza del gozo, la paz y el consuelo eterno que pronto ha de manifestarse. ¡¡Aleluya!! ¿Eres tú una de ellas?
Con afecto, Pastora. Mary Neira